La salida de Fernando Jubero, exgerente deportivo de Cerro Porteño, ha causado un verdadero terremoto en la institución azulgrana. Luego de la desastrosa campaña de su compatriota Manolo Jiménez al mando del equipo principal, la dirigencia no solo decidió cambiar de director técnico, sino también prescindir de los servicios del gerente deportivo español, quien fue el responsable de la llegada de Jiménez a la institución.
El español Jubero fue presentado como gerente deportivo de Cerro Porteño en 2023, y su primera gran decisión fue la contratación de Manolo Jiménez como director técnico. Sin embargo, tras los malos resultados del equipo, esta elección fue duramente cuestionada. En las últimas horas, se filtró en Twitter la cifra que tendría que pagar Cerro Porteño para rescindir el contrato de Jubero, que asciende a 150.000 mil dólares americanos.
Esta suma millonaria ha generado tensiones dentro de la directiva de Cerro Porteño. Según el dirigente Enrique Berni, el presidente del club, Juan José Zapag, habría tomado esta decisión sin consultar al resto de la Comisión Directiva. «Queremos ser escuchados, aunque una persona sea la que toma la decisión. Al menos que escuchen nuestras opiniones», comentó Berni en una entrevista con Deportes Uno, dejando en evidencia el malestar entre los directivos y el máximo responsable del club.
UN AMBIENTE TENSO EN EL CLUB
La decisión de pagarle una alta indemnización a Jubero ha sido muy mal vista por algunos sectores del club, sobre todo teniendo en cuenta que el exgerente español fue quien apostó por Manolo Jiménez, el entrenador que no logró llevar a Cerro Porteño a buen puerto en el torneo. Esto ha provocado una crisis interna que podría tener repercusiones en el futuro de la institución, con un presidente que, según algunos dirigentes, está tomando decisiones de manera unilateral.
Cabe recordar que Fernando Jubero no es ajeno al fútbol paraguayo, ni mucho menos a Cerro Porteño. El español ya había dirigido al club en 2018, cuando reemplazó al argentino Luis Zubeldía. Ahora, el catalán se despide nuevamente, pero no sin dejar una fuerte polémica a su paso.